miércoles, 5 de enero de 2011

La teoría de la galleta de coco.

Es una teoría simple basada en la experiencia propia. Todos sabemos de la existencia del llamado Surtido Cuétara, pues bien, en dicho surtido hay galletas apetecibles, como las bañadas en chocolate, o galletas que nadie coge y que poco a poco se van quedando rancias. Entre estas galletas rancias se encuentran las galletas rancias de coco.
Todo esto viene porque hay tíos a los que podemos incluir en esta selección y yo, que no era muy avispada me enrollé con uno de esos, con una galleta de coco. ¿Y qué pasa cuando te enrollas con una galleta de coco? Muy simple. Habitualmente pasan desapercibidas y todo va bien, pero si alguien la coge, y se la come, la galleta se crece y se cree la puta ama del universo, cosa que no es. Y entonces la galleta se cree que está por encima de ti y que puede hacer contigo lo que quiera, en ese momento dije hasta luego. Error, debí decir adiós y así no habría vuelto meses después para meterse en mi cama de nuevo.
Moraleja: cuidado con las galletas que nadie se come, pueden estar caducadas.
Sólo me queda decirte a ti, mi querida galleta, que mi alcachofa de la ducha me satisface más que tú.

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